Hace cuarenta años decidí dedicar mi carrera profesional al desarrollo de un proyecto educativo propio, basado en actividades fuera de horario escolar y del sistema público. Por aquel entonces contaba con un pequeño local de 30 metros cuadrados en la Travesía San Vicente. Allí estuve hasta el verano de 1.998, momento en que decidí ampliar el proyecto, así como el tipo y el número de actividades. Empezamos el curso 1998/1999 en un nuevo y espacioso local de 110m2 en la calle Poeta Argemí. Contábamos con dos aulas para 16 alumnos cada una, una aula de informática y una espaciosa aula multifunción de 35m2. Ahora teníamos posibilidades de desarrollar con mayor potencial las actividades manuales y psicomotrices.
Diecinueve años más tarde, diferentes circunstancias personales y profesionales nos llevan a dar un gran salto. Los tiempos han cambiado mucho y para seguir estando a la vanguardia necesitábamos crear un nuevo espacio que pudiera dar cobertura total a las necesidades tanto de niños y niñas como de sus familias.
Consecuencia de todo ello, el lugar donde nos encontramos: un espacio de más de 300m2 que cuenta con dos aulas para dieciséis alumnos cada una, un aula de robótica, un espacio multiusos de más de 80m2, además de un apartado especial de 110m2 para estimulación motriz y sensorial.
Estamos seguros que ahora sí, podremos dar cobertura a todas las necesidades educativas de las familias de Vinaròs y comarca.